miércoles




4. La noche fue su primer escondite.

Se divirtió un tiempo por la noche, "¡vaya fauna!" pensó "que yo me decía a mi misma qué rara que soy, pero anda que no hay gente rara en este bar", la noche era azul.

2 comentarios:

NiñoCactus dijo...

Me encanta su noche de vidriera modernista... Yo le guardo un hueco bajo el "cielo de Salamanca".

¿Por qué esconderse? ¿No podía irse sin más? Me da miedo que no se encuentre de tanto esconderse...

abrazo en diminutivo

Cristina Quiles dijo...

es el color más triste, el eterno debate de mis conversaciones... no lo es el gris, como la gran mayoría piensa, él es fiel y humilde compañero que a todos hace destacar. Es el azul, eso no tiene vuelta de hoja, la noche es azul, la melancoñia del mar es azul, los niños tristes son azules... los niños de ojos azules son tristes y encierran la melancoñia del mar en un cachín de su mirada...