miércoles







1. La niña de la cara azul tenía muchas formas de irse.

Dudó antes de moverse, al fin y al cabo una niña con la cara azul tiene pocos sitios donde esconder su cara para que nadie se dé cuenta de que es de ese color. Y le dolían las alas, llevaban un tiempo doliendo.

Dejó de cantar, tenía que encontrar otra forma de irse.









2. [lo dicho, extremadamente difícil]








3. La noche camufla.
Es mentira que en ella todos los gatos sean pardos, la noche era azul, como lo era su cara. En la noche los gatos son azules.



4. La noche fue su primer escondite.

Se divirtió un tiempo por la noche, "¡vaya fauna!" pensó "que yo me decía a mi misma qué rara que soy, pero anda que no hay gente rara en este bar", la noche era azul.



5. Pero una noche con un gin tonic en la mano derecha y bajo un foco de luz azul echó de menos madrugar. Las mañanitas al sol de invierno, para desplegar las alas y que le dejaran de doler, nada como el sol. Y al día siguiente madrugó, "puede que de día la gente mire mi cara azul, pero si madrugo igual nadie me ve hasta que llegue a la furgoneta y de la furgoneta a la carretera, allí la gente solo ve coches, no hay caras, solo asfalto."




6. Como a la niña de la cara azul le gustaban los mapas, porque era fácil soñar con ellos, y como sabía conducir furgotenas hippies, que para eso hay que tener un carnet especial que te lo dan por carácter y no por habilidades demostradas... Pues compró varios mapas antes de irse, una furgoneta pintada de blanco, como un rayo de luz, y a la carretera.

No se estaba dando cuenta de que sus pies al acelerar se volvían también azules.


7. Una furgoneta blanca fue su segundo escondite.

Estrenando algunas de las carreteras secundarias más bellas de la tierra, por mapas cosidos a voluntad propia, como colchas de rotos, colores de campos. Imposibles recuadros de verdes, amarillos, violetas, naranjas, rojos y, bien mirada, la tierra a lo lejos es azul, y más donde se encuentra con el mar.